Cuando un gran, gran, GRAN (y muy fanfarrón) dinosaurio aprende a compartir... Descubre dos muy, muy, MUY buenos nuevos amigos.
Al abrir este libro solo se ve un círculo amarillo sobre la página en blanco. Entonces, se invita al lector a pulsar este círculo con el dedo y averiguar qué ocurre. ¿Qué niño curioso podría resistirse a semejante desafío? Para saber la respuesta, simplemente hay que dar vuelta la página…
¡Y así empieza la magia!
A la casita de gran ciervo llega conejo corriendo deprisa porque viene el lobo. Ciervo le abre rápido la puerta y se dan la mano. Y lo mismo sucede con cerdito y con osito. Cuando por fin llega el lobo... ¡Sorpresa!
Hasta los fantasmas pueden llegar a contraer
enfermedades, sobre todo si viven en ambientes
insalubres o solitarios. Pero las divertidas rimas de
esta historia nos recetarán el remedio infalible que
cura todos los males, incluidos los fantasmales.
Las CUATRO ESTACIONES
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